jueves, 3 de mayo de 2012

GASOLINERA ATOMICA



Hace unas semanas hablamos sobre la visita del legendario Ford Lincoln Futura a nuestro país con motivo del rodaje de la película “Empezó con un beso”. En las secuencias españolas de ese filme podiamos verlo circulando entre los modernos rascacielos madrileños, pero también se incluían una serie de simpáticas imagenes costumbristas en las que el  vehiculo aparecia recorriendo planicies mesetarias junto a burros, señores con boina, joteros, bailores de flamenco y otros caracteres típicos de la España más tradicional.

 
Si bien es cierto que estos personajes eran elementos que no faltaban en ninguna carretera ibérica del momento,  por mor del  necesario exotismo cañí requerido por el guion de la película se elude  reflejar otra cara de la realidad viaria española de la época:   la Estación de Servicio de Moderna. 

 


  
La necesidad renovación plástica y conceptual  la Estación de Servicio para adaptarla a su papel en la Era del Jet fue una gran preocupación de nuestros arquitectos modernos, siendo  objeto de acalorados debates en las facultades de arquitectura, donde se se trabajaba en osados diseños.




Todas estas ideas no quedaron en disquisiciones teoricas y simples modelos levantandos con madera de balsa y pegamín en escuelas y facultades, sino que estas formas de los tiempos por venir encarnadas en acero y concreto fueron levantadas a lo largo y ancho de nuestra red viaria, transformando el hasta entonces apacible paisaje rural Ibérico con su osado espíritu de experimentación.